Un líquido de frenos de alta calidad es crucial para asegurar el correcto funcionamiento de los frenos. Por este motivo, los expertos de ZF Aftermarket recomiendan a los talleres que recuerden regularmente a sus clientes el cambio del líquido de freno. Independientemente de cuántos kilómetros haya recorrido el vehículo, es recomendable cambiar el líquido de frenos cada año o en intervalos regulares de, como máximo, dos años.
El líquido de frenos desempeña un papel importante para garantizar que el sistema de frenos funcione sin problemas y, por lo tanto, para mantener la seguridad de la conducción. Como la consistencia del líquido de frenos cambia con el tiempo, es necesario cambiar el líquido regularmente ya que de lo contrario la eficacia del freno podría disminuir o, en el peor de los casos, los frenos podrían fallar.
Afortunadamente, esta tarea no requiere mucho tiempo o esfuerzo; la cantidad de líquido de frenos simplemente tiene que controlarse y rellenarse si es necesario, aunque eso podría intuir una fuga en el circuito. “Los expertos de ZF Aftermarket tienen consejos útiles sobre cómo verificar la condición actual del líquido de frenos de manera rápida y de confianza. Con esto, los talleres pueden ofrecer a sus clientes una gama más amplia de servicios y contribuir así a un aumento persuasivo de la seguridad”, recuerdan desde la compañía.
Un sobrecalentamiento puede conducir a un fallo total
El líquido de frenos circula mediante tubos y latiguillos, conectando el pedal del freno con las pinzas de freno de disco o los cilindros de freno de tambor en el caso de algunos frenos traseros. El líquido sirve para transmitir la presión cada vez que se presiona el pedal de freno. El Servofreno potencia aún más el esfuerzo del freno aumentando la presión.
Con el tiempo, varios elementos pueden afectar significativamente al estado del líquido de frenos. Por lo tanto, el sobrecalentamiento severo durante la aplicación de los frenos sobre un líquido contaminado con excesiva agua puede hacer que se exceda el punto de ebullición del líquido. El resultado es una reacción de evaporación.
Esto a su vez puede conducir a la formación de burbujas de vapor. Cuando el pedal se presiona, el líquido no se comprime, por eso es un excelente transmisor de fuerza, pero las burbujas de vapor son gases y por lo tanto se comprimen perdiendo progresivamente la fuerza transmitida por el pedal de freno. El pedal se vuelve esponjoso y se hunde más de lo debido y la potencia del freno no se transmite adecuadamente o, en el peor de los casos, no se transmite en absoluto. La falta de transmisión de potencia finalmente conduce a un fallo de los frenos.
Agua en el circuito de frenado
Una razón para un efecto de frenado defectuoso puede ser precisamente la entrada de agua en el circuito de frenado. El punto débil, en este caso, es el orificio de ventilación en la cubierta del tapón del depósito de reserva. Este orificio proporciona la compensación atmosférica necesaria para la fluctuación del nivel del líquido de frenos producida por el desgaste de pastillas y discos. Sin embargo, la humedad atmosférica del aire puede entrar en este orificio de ventilación. Además, el agua puede llegar al depósito de reserva a través de la ventilación cuando se limpia el motor o el vehículo. Los latiguillos de frenos y retenes de sellado pueden ser los responsables del incremento de agua en el líquido de frenos, ya que el agua se disuelve en el líquido y se distribuye en el circuito de frenos.
En promedio, los líquidos de frenos tienen un contenido de agua de alrededor del 0,5%. Este valor puede aumentar significativamente con el paso de los años. Si el contenido de agua supera el 3,5%, recomendamos urgentemente cambiar el líquido, ya que el punto de ebullición ha sido alcanzado. Cuando se supera la marca de 3%, el punto de ebullición del líquido cae al punto mínimo exigido de 180ºC o inferior. Si se utiliza un dispositivo de purgado apropiado, cambiar el líquido es muy fácil. Para conseguirlo, ZF Aftermarket ofrece versiones especiales que pueden usarse para purgar profesionalmente en alrededor del 90% de los vehículos del parque europeo.