Los proveedores de automoción reclaman flexibilidad en la aprobación de ERTEs por fuerza mayor, en vista al cierre de las plantas de fabricación de vehículos y a la fuerte caída del suministro de componentes en el mercado del recambio. Al mismo tiempo, solicitan que el criterio de fuerza mayor se pueda fundamentar de forma clara y uniforme en todas las Comunidades Autónomas y bajo el mismo criterio.
La petición viene firmada por SERNAUTO y los Clústeres de Automoción de Navarra (ACAN), País Vasco (ACICAE), La Rioja (AEiRioja), Comunidad Valenciana (AVIA), Aragón (CAAR), Galicia (CEAGA), Cataluña (CIAC), Cantabria (GIRA), Castilla y León (FACYL) y Madrid (MCA).
En ella afirman ser los primeros interesados en mantener el empleo en sus fábricas, clave para no perder la alta actividad productiva y competitividad conseguida en un entorno global, así como por su elevada responsabilidad social.
Por ello, piden al Gobierno que los ERTEs por fuerza mayor de los proveedores de automoción sean aceptados y agilizados de forma urgente, reduciendo la carga administrativa al máximo para proporcionar seguridad jurídica a nuestros asociados, los proveedores de automoción, y sus empleados.
Caída de la demanda en primeros equipos y en el mercado de posventa
Los proveedores de automoción fundamentan su demanda por el cierre que han sufrido sus clientes finales, las plantas de fabricación de automóviles, tanto en España como en el resto de la Unión Europea, que han parado su actividad debido a las roturas de stock que ha provocado la interrupción de la cadena de suministro. “Si un solo proveedor, independientemente de su tamaño, no provee en tiempo y forma a una planta de fabricación de vehículos paraliza también al resto de proveedores que suministran a esa misma planta”, explican.
A esta circunstancia se suma un descenso drástico de la actividad en el suministro de componentes en el mercado de recambio. Desde SERNAUTO estiman que el impacto de la crisis en la actividad de los talleres ha supuesto una caída del 95% desde la entrada en vigor del Estado de Alarma. “Hay que recordar que, hasta que concluya el estado de alarma, la actividad de los talleres se ciñe exclusivamente a servicios de urgente necesidad”, añaden.
Por todo ello, los proveedores de automoción entienden que, para preservar la unidad de mercado, debería contarse con un criterio único a la hora de interpretar el Real Decreto 463/2020 así como agilizar la tramitación de los expedientes, reduciendo la carga administrativa que conllevan dada la excepcionalidad de la situación.
“La no aprobación de los ERTES por causa de fuerza mayor puede provocar una gran pérdida tanto económica como de empleo en las empresas de automoción, un sector que es fundamental para la economía y la sociedad españolas representando el 10% del PIB y el 9% de la población activa, con un elevado efecto multiplicador y con un claro carácter tractor, exportador, innovador e integrador”, concluyen.
El sector de proveedores de automoción engloba en España a más de un millar de empresas muy diversas, tanto en tamaño y origen, como en productos y mercados. En 2018, el sector facturó 37.170 millones de euros y dio empleo de forma directa a 230.000 personas e indirecta a 142.800 personas en toda la geografía española. Es un empleo estable y de calidad, por el dinamismo y carácter innovador del sector de automoción.