Crédito y Caución prevé un aumento del riesgo de crédito entre las pymes europeas de automoción

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Crédito y Caución prevé un aumento del riesgo de crédito entre las pymes europeas de automoción, debido a que estima que el crecimiento de la producción de vehículos de motor y sus componentes se ralentizará hasta el 0,5% en 2024, muy lejos del repunte superior al 11% que registró el pasado ejercicio. La retracción del consumo en mercados clave como Europa, Estados Unidos y China explica este nuevo entorno, donde Europa Occidental registrará una contracción de la producción del -3,9%.

Aunque en España o Portugal el riesgo de crédito del sector es moderado, los niveles son elevados en Alemania, Austria, Bélgica, Francia, Hungría, Italia, Polonia, Suiza, Turquía o Reino Unido. Fuera de Europa, Crédito y Caución señala que solo Brasil y Canadá presentan altos niveles de riesgo de crédito.

 

 

Crédito y Caución
Crédito y Caución estima que el crecimiento de la producción de vehículos de motor y sus componentes se ralentizará hasta el 0,5% en 2024, muy lejos del repunte superior al 11% que registró el pasado ejercicio.

De cara a 2025, Crédito y Caución prevé que la industria global del automóvil crezca un 2,1%, apoyada por políticas monetarias más laxas y una recuperación gradual del gasto de las familias. El repunte en Europa Occidental será más modesto, en el entorno del 1,6%. Sin embargo, los aranceles anunciados por la próxima Administración estadounidense supondrán un riesgos a la baja para estas previsioones de un sector cuya cadena de valor es muy dependiente de una red mundial de proveedores y altamente vulnerable al impacto del proteccionismo.

Crédito y Caución alerta de la reducción de márgenes y del aumento de los retrasos en los pagos

La aseguradora de crédito observa ya una reducción de los márgenes y un aumento de los retrasos en los pagos y las insolvencias en mercados europeos importantes como Alemania, Italia o Reino Unido. Además, el abandono de los motores de combustión interna ha empezado a remodelar la industria. En los próximos años, muchos proveedores europeos de Tier 2 y 3, aquellos que suministran componentes o materias primas a los proveedores de Tier 1, podrían carecer de los medios tecnológicos o financieros para ascender en la cadena de valor y verse obligados a abandonar el mercado.

Las perspectivas para las ventas de vehículos eléctricos e híbridos siguen siendo buenas. Crédito y Caución prevé que escalen hasta representar el 59% de las ventas mundiales de vehículos ligeros en 2030. La aparición de nuevos actores, de empresas tecnológicas y startups vinculadas al vehículo eléctrico están perturbando el mercado y creando nuevos competidores. En un contexto de cambio de ciclo tecnológico, muchos proveedores de piezas para vehículos de combustión tendrán que evolucionar o enfrentarse a la obsolescencia y la extinción.

En Europa, el cambio hacia la electrificación se acelerará en los próximos años. Los elevados precios actuales y la falta de infraestructuras de recarga hacen que los vehículos eléctricos sean menos atractivos para los consumidores europeos. Esto preocupa especialmente a los fabricantes de automóviles, que deben cumplir los objetivos de emisiones de CO2 de la UE para 2025.

China e India liderarán el crecimiento de la producción mundial

En China, la transición mantiene un fuerte impulso. La ventaja actual de los fabricantes chinos de vehículos eléctricos frente a sus homólogos europeos es que ofrecen modelos más baratos y son más ágiles a la hora de adaptarse a las condiciones cambiantes del mercado. El auge de las exportaciones del gigante asiático ha aumentado las fricciones comerciales y tanto Europa como Estados Unidos han impuesto ya aranceles punitivos. Por el momento, las inciertas perspectivas de demanda y producción de vehículos eléctricos podrían beneficiar a los fabricantes de vehículos híbridos, especialmente en Japón.

A largo plazo, los mercados asiáticos como China o India liderarán el crecimiento de la producción mundial, por el impulso en su demanda interna que supondrá la baja densidad de vehículos y la creciente clase media. El lanzamiento de nuevos modelos y gamas, las bajadas de precios, los incentivos a la compra y las políticas de reducción de CO2 también impulsarán la demanda junto a la adopción de nuevas tecnologías, como la conducción autónoma.