Bosch está ampliando su negocio de semiconductores con chips de carburo de silicio y planea la compra de los activos del fabricante estadounidense TSI Semiconductors, con sede en Roseville, California. Con una plantilla de 250 empleados, la empresa es una fundición de circuitos integrados de aplicaciones específicas, ASIC.
TSI Semiconductors desarrolla y produce grandes volúmenes de chips en obleas de silicio de 200 milímetros para aplicaciones en las industrias de movilidad, telecomunicaciones, energía y ciencias biológicas. Durante los próximos años, Bosch pretende invertir más de 1.500 millones de dólares en la localización y convertir sus instalaciones productivas en procesos de última generación. A partir de 2026, los primeros chips se producirán en obleas de 200 milímetros de carburo de silicio (SiC).
Con esta adquisición Bosch reforzará su negocio de semiconductores y habrá ampliado de forma significativa su cartera global de chips de SiC para finales de 2030. El alcance total de la inversión prevista dependerá en gran medida de las oportunidades disponibles de financiación federal a través de CHIPS y la Science Act, así como de las oportunidades de desarrollo económico dentro del Estado de California. Bosch y TSI Semiconductors han llegado a un acuerdo para no revelar ningún detalle financiero de la transacción, que está sujeta a aprobación regulatoria.
La compra de TSI Semiconductors crea nueva capacidad de fabricación
La nueva localización de Roseville reforzará la red internacional de fabricación de semiconductores de Bosch. A partir de 2026, tras una fase de remodelación, los primeros chips de SiC se producirán en obleas de 200 milímetros en una instalación que tiene unos 10.000 metros cuadrados de sala limpia. Bosch lleva tiempo invirtiendo en el desarrollo y producción de chips de SiC y, desde 2021, utiliza sus propios procesos altamente complejos para fabricarlos en masa en su planta de Reutlingen. En el futuro, esta localización también los producirá en obleas de 200 milímetros. Para finales de 2025, la compañía habrá ampliado su espacio de sala limpia en Reutlingen desde los actuales 35.000 metros cuadrados a más de 44.000.
“Los chips de SiC son un componente clave para la electromovilidad. De esta forma, estamos fortaleciendo nuestra presencia local en un importante mercado de vehículos eléctricos”, explica Markus Heyn, presidente del área empresarial Mobility Solutions.
La demanda de chips para la industria automovilística sigue siendo alta. Para 2025, Bosch espera equipar de media 25 de sus chips en cada vehículo nuevo. El mercado de chips de SiC también continúa creciendo rápidamente, a una media anual del 30%. En los vehículos eléctricos, este tipo de semiconductores permiten una mayor autonomía y una recarga más eficiente. Esto es posible ya que utilizan hasta un 50% menos de energía. Instalados en su electrónica de potencia, aumentan la autonomía en un 6% de promedio, en comparación con los chips basados en silicio.