Bridgestone acaba de anunciar el cierre de su fábrica en Bethune (Francia) avanzando que “no antes del segundo trimestre de 2021” y reconociendo que “esta medida estructural es la única opción viable para salvaguardar la competitividad de las operaciones de Bridgestone en Europa”. Al mismo tiempo, la compañía alerta que “la competencia de las marcas asiáticas de bajo coste continúa aumentando (la cuota de mercado aumentó del 6% en 2000 al 25% en 2018)”.
Bridgestone argumenta en su comunicado que “la competitividad de la compañía en el mercado europeo se ve amenazada por el contexto actual de la industria de neumáticos de Turismo. Durante los últimos años, este mercado ha sufrido fuertes turbulencias, incluso sin tener en cuenta el impacto de la pandemia de la COVID-19. El mercado de neumáticos de Turismo ha visto estancarse sus volúmenes en los últimos años (crecimiento promedio anual <1%), mientras que la competencia de las marcas asiáticas de bajo coste continúa aumentando (la cuota de mercado aumentó del 6% en 2000 al 25% en 2018), lo que conduce a un exceso de la capacidad de producción general. Esto ha provocado la presión sobre los precios y los márgenes, así como un exceso de capacidad en el segmento de LRD (Low Rim Diameter), dada la disminución de la demanda. Considerando la presencia de Bridgestone en toda Europa, la planta de Bethune es la peor posicionada y menos competitiva”.
A rueda de ello, Laurent Dartoux, CEO de Bridgestone EMIA, explica que “el cierre de la planta de Bethune no es un proyecto que nos estemos tomando a la ligera. Sin embargo, no hay otra solución que nos permita superar los desafíos a los que nos enfrentamos en Europa. Se trata de un paso necesario para garantizar que preservamos la sostenibilidad del negocio de Bridgestone en Europa. Somos plenamente conscientes de las implicaciones del anuncio hecho hoy y de las consecuencias que podría tener para los empleados y sus familias. Este proyecto no pone en duda el buen hacer de los empleados ni sus muchos años de compromiso para ofrecer a nuestros clientes productos de alta calidad, sino que es el resultado directo de una situación de mercado a la que Bridgestone debe hacer frente. La prioridad es encontrar una solución justa y adaptada para todos los empleados, ofreciendo apoyo individual a cada uno de ellos, así como soluciones acordes con sus proyectos personales y profesionales”.
Bridgestone reconoce que “dada la exigente evolución de la industria a largo plazo en el mercado europeo de neumáticos de turismo, Bridgestone debe considerar medidas estructurales que garanticen la reducción de su exceso de capacidad de producción y mejorar su rentabilidad. Tras estudiar minuciosamente todas las potenciales opciones, la compañía ha anunciado hoy, durante un comité de empresa extraordinario, su intención de detener toda actividad en la planta de Bethune, ya que es el único camino viable para salvaguardar la competitividad de las operaciones de Bridgestone en Europa. Esta propuesta podría afectar a 863 empleados. Bridgestone es plenamente consciente de las consecuencias sociales de este proyecto y se compromete a utilizar todos los medios a su alcance para definir planes de apoyo para cada empleado”.
Por último, Bridgestone avanza que “este proyecto no se llevaría a cabo antes del segundo trimestre de 2021. Bridgestone continuará manteniendo una importante presencia en Francia, especialmente a través de las operaciones de ventas y red minorista con cerca de 3.500 empleados”.