Cada ola de la pandemia multiplica por tres la caída de las reparaciones en el taller respecto a los momentos que pueden considerarse valle. Los datos los reveló Solera, experta en inteligencia del automóvil, durante el Congreso de Faconauto.
En concreto, Solera constata cómo entre junio y septiembre el taller cedió de media un 4%. Por su parte, entre octubre y diciembre la tasa de bajada fue del 14%. Una tendencia que sirve a modo de termómetro para calibrar el efecto de la tercera ola actual o de las futuras.
Esta caída se debe al efecto en la movilidad de los cierres perimetrales, que han hecho disminuir los desplazamientos de media y larga distancia, un 25% menos, según la DGT. Otras circunstancias, como el auge del teletrabajo o el aumento de desempleo, con más de 600.000 empleos destruidos en 2020, también provocaron una caída en los kilómetros recorridos y un vehículo más tiempo parado.
Solera recuerda que la posventa es movimiento, ya que por cada kilómetro que se deja de recorrer, la pérdida para el taller es de tres céntimos. Esto equivale a 90 euros por vehículo/año.
El renting, mejor parado
Si la fotografía del taller en 2020 la llevamos a los canales, precisamente el mejor parado de la situación fue el renting con una caída del 6,8% en las reparaciones. Son vehículos que circulan más, aun con la pandemia, y son operaciones de mantenimiento que no se pagan, sino que están incluidas en la cuota mensual. Por este motivo el factor económico no entra en liza para posponer visitas.
Sin embargo, el bolsillo, más la escasa movilidad, provocaron que tanto concesionarios como talleres independientes cayeran el año pasado en torno al 18% en volumen de reparaciones, es decir, casi tres veces más que el renting.
De cara al futuro, la movilidad irá al ritmo que marque el calendario de vacunación. Será clave llegar a julio, pico de trabajo para el taller, con un porcentaje suficiente de personas vacunadas que revierta en una mayor movilidad.
No obstante, para Solera aún más importante serán las consecuencias del comportamiento de las ventas de usados y nuevos, ya que está creciendo el segmento de coches de más de 15 años, acelerándose el envejecimiento y acercándose peligrosamente a la cifra redonda de suponer el 50% del parque.
Según José Luis Gata, responsable de Mercado Posventa de Solera, “la secuela de la COVID-19 para el taller es un envejecimiento del parque más acusado, que impactará en las reparaciones, ya que son vehículos a los que se les repara lo imprescindible, que acuden al taller una vez cada dos años, que tienen seguro a terceros y que hacen los kilómetros indispensables, los de ir al trabajo y volver por un coste que amortizan en pocos meses respecto a hacer lo propio en transporte público”.