“El 77% de las empresas españolas aumentó su facturación en 2022 y el 86% espera mantenerla (29%) o crecer (57%) en 2023”. Así se desprende de la oleada de primavera del Estudio de la Gestión del Riesgo de Crédito en España, que impulsan Crédito y Caución e Iberinform, en el que han participado los gestores de cerca de 800 empresas de todos los tamaños y sectores.
Asimismo, el Estudio de la Gestión del Riesgo de Crédito en España también resalta que “el 20% de las empresas españolas confirma que ha sufrido impagos significativos durante 2022, lo que supone un deterioro de cuatro puntos frente a los niveles de impacto de la morosidad de hace un año” y añade que “el 43% de las empresas españolas percibe el impacto del incremento de los costes financieros en el comportamiento en pagos y los niveles de solvencia de su cartera comercial”.
Preguntados los gestores de las cerca de 800 empresas de todos los tamaños y sectores que han participado en el Estudio de Crédito y Caución e Iberinform sobre “¿qué eventos están deteriorando de manera significativa el comportamiento en pagos y los niveles de solvencia de las carteras de clientes?”, el 85% de las empresas españolas consultadas reconoce que “percibe el impacto del entorno económico en el riesgo de crédito de su cartera comercial. Una de las novedades de 2023 es la perturbación provocada por el endurecimiento de las políticas monetarias de los bancos centrales: el incremento de los costes financieros (señalado por el 43% de las empresas) se convierte en el tercer factor desestabilizador del riesgo de crédito comercial, cuando hace un año era irrelevante. El incremento general de la inflación (señalado por el 67% de las empresas), seguido por los costes de la energía (57%) se mantienen como los principales factores desestabilizadores del riesgo de crédito en 2023. La evolución de los precios de los insumos es crítica para el deterioro de los pagos y la solvencia, ya que las empresas repercuten parte de estos incrementos contra sus márgenes al no trasladarlos de forma directa a sus precios finales y afrontan, además, caídas en la demanda de las familias. Son también relevantes los problemas en la cadena de suministro (citados por el 31% de las empresas) y las tensiones geopolíticas (21%)”.
No obstante, como decimos, a pesar de este contexto de deterioro del riesgo de crédito que confirma el estudio, “solo el 9% del tejido productivo ha registrado una disminución de sus ventas, frente al 77% que ha registrado algún tipo de crecimiento”, mientras que a la hora de pronosticar la evolución de su facturación en el presente ejercicio, “las empresas muestran su confianza en que podrán mantener esta dinámica en 2023. Destaca muy positivamente que un 57% de ellas espera que sus niveles de facturación sigan remontando, frente a un exiguo 13% que espera que este ejercicio sea peor que el anterior en términos de ingresos”, señalan Crédito y Caución e Iberinform.