En pro de aumentar la seguridad vial, ADINE (Asociación Nacional de Distribuidores e Importadores de Neumáticos) da seis consejos ‘vi-T-ales’ a los conductores españoles para comprobar el estado de los neumáticos ante las vacaciones estivales, y recomienda el paso de sus vehículos por el taller.
A rueda de ello, ADINE explica que “el neumático es uno de los elementos del vehículo que más sufren con el calor y, en este sentido, con la llegada del verano es importante señalar que las altas temperaturas provocan que los neumáticos se deterioren más, haciendo que pierdan eficacia, ya que la temperatura del asfalto puede superar en hasta 10ºC la temperatura ambiental, factor que causa daños en la integridad del neumático, afectando a los compuestos químicos de la goma, que se vuelve más blanda y frágil. Y es que en verano, con el aumento de la temperatura atmosférica y con el hecho de que los vehículos se cargan al máximo de su capacidad para realizar un viaje, nuestros neumáticos sufren más por los largos desplazamientos propios de esta época del año y por rodar por carreteras que en muchos casos no se encuentran en buen estado”.
Por todo esto, la Asociación Nacional de Distribuidores e Importadores de Neumáticos incide en que “preocupada porque muchos conductores pueden descuidar la atención de sus neumáticos antes de iniciar un viaje, recuerda la importancia de revisarlos, ya que son uno de los elementos de seguridad más importantes del vehículo y, para ello, recomienda revisar un par de puntos para evitar sorpresas:
1.-Comprobar la presión. Las altas temperaturas hacen perder presión a los neumáticos, y circular con ellos a baja presión en días de mucho calor aumenta las probabilidades de sufrir un pinchazo o un reventón por sobrecalentamiento. Además, con el calor, la banda de rodadura se calentará antes, acortando la vida útil de los neumáticos hasta un 15%, lo que supone un incremento en el consumo de combustible de aproximadamente un 7%. Por eso, es importante mantener la presión adecuada de los neumáticos ya que evitará un desgaste irregular y prematuro de los mismos, así como la pérdida de control del vehículo. Como norma general, es recomendable llevar la presión recomendada por el fabricante y comprobarla siempre cuando los neumáticos estén fríos.
2.-Revisar la profundidad y el estado del dibujo. Si ya es importante conocer de por si en qué estado se encuentran tus neumáticos normalmente, todavía lo es más cuando hacer calor. Para ello, es necesario vigilar que el dibujo del neumático tenga una profundidad superior a 1,6 mm (límite legal establecido), siendo aconsejable su sustitución cuando la profundidad del dibujo sea inferior a 3 mm. Cabe recordar que circular con unos neumáticos por debajo del límite legal, conlleva una sanción de 200 €, e incluso la inmovilización del vehículo si se verifica que el desgaste del neumático es “grave”.
3.-Revisión visual para detectar cortes, deformaciones, objetos clavados o incrustados u otros signos de desgaste. Realizar una simple inspección visual nos puede decir mucho sobre el estado de nuestros neumáticos. Así pues, si presentan cualquier anomalía es primordial sustituirlos de inmediato, ya que puede comprometer nuestra seguridad.
4.-Equilibrado y Alineación.Si cuando circulamos con nuestro vehículo este mantiene una trayectoria inestable (se va a la izquierda o derecha cuando soltamos el volante por unos segundos) o bien se produce una vibración del volante, principalmente cuando aumentamos la velocidad, la alineación y el equilibrado de los neumáticos no son los correctos, siendo aconsejable por seguridad acudir a un taller para su revisión.
5.-Sustituir los neumáticos de invierno, por los de verano. Si llevas neumáticos de invierno, es mejor sustituirlos, ya que las propiedades de este tipo de neumáticos tienen una función concreta, que es soportar las bajas temperaturas y al circular con ellos con temperaturas tan elevadas, no solamente se desgastarán más rápidamente, sino que además su rendimiento será peor, aumentando los riesgos de sufrir un accidente.
6.-No olvides la rueda de repuesto. Si el vehículo dispone de rueda de repuesto es necesario realizar un mantenimiento adecuado con la misma periodicidad que el resto de los neumáticos del vehículo, aunque no se utilice, ya que con el paso del tiempo lo más probable es que haya perdido presión”.
Por tanto, ADINE recuerda “la importancia de llevar a cabo una exhaustiva revisión de los neumáticos y el resto de los componentes de nuestro vehículo antes de iniciar un viaje, en un taller mecánico profesional y, de esta forma, asegurarse de que nuestro vehículo está en perfecto estado para poder circular”.