ATE, la marca de frenos de Continental Automotive, ha emitido un comunicado en el que detalla las claves para un correcto mantenimiento del freno de tambor. La compañía recuerda que la duración media de un kit de freno trasero es de 80.000 kilómetros, si bien es recomendable revisarlo cada 30.000 kilómetros siempre en un taller de confianza.
Aunque los frenos más habituales en la actualidad son los de disco, todavía muchos vehículos van equipados con frenos de tambor en el eje trasero, como los vehículos antiguos o coches pequeños. El freno de tambor permite garantizar la eficacia y estabilidad del freno en el eje trasero, así como los cilindros de rueda, que deben cumplir también las especificaciones originales. Un fallo en uno de los cilindros de una rueda puede provocar incidentes tan graves como un fallo general del sistema de frenos o desestabilizar la frenada en el eje trasero, con la consiguiente pérdida del control del vehículo.
Por eso, el material de fricción de las zapatas de freno debe cumplir con el reglamento R90 de la legislación europea y ser respetuoso con el medio ambiente. Para cumplir con esta normativa, ATE propone piezas de alta calidad, que garanticen la frenada y el buen control además de la eficacia del freno de estacionamiento.
Otro de los aspectos es la durabilidad, otro factor clave para tener una máxima seguridad, por eso desde la marca proponen una serie de consejos para asegurar su mantenimiento.
Consejos ATE para el mantenimiento del tambor y la zapata
- El tambor tiene una mayor durabilidad respecto al resto de elementos (zapata, cilindro y conjunto de muelles), por lo que es recomendable sustituir estos elementos al mismo tiempo y optar por un kit trasero.
- Vigila regularmente que el tambor no esté oxidado, deformado ni presente grietas, surcos o rayados para que la frenada sea eficaz. En caso de que el tambor esté deteriorado se deberá sustituir en ambas partes del eje que nos ocupa para evitar así funcionamientos irregulares.
- Elige siempre un kit trasero completo de calidad y confianza que garantice todos los componentes necesarios en la reparación, profesionalidad, rapidez y fiabilidad, garantizando también la satisfacción del cliente.
- Acude a un taller de confianza.
- Por último, una vez sustituido el conjunto y para obtener el correcto funcionamiento del sistema de frenado, se recomienda realizar un rodaje de asentamiento, evitando frenazos bruscos durante los primeros 200-500 kilómetros, ya que la falta de adaptación no permite una frenada eficaz y compensada.