La Scuderia Ramilo, con su piloto Ricardo Ramilo, gerente de Rodamoto -gigante’ de la distribución de neumáticos para el segmento de Dos Ruedas-, a la cabeza lo ha intentado todo hasta el último segundo para seguir en carrera con su buggy en la categoría T4 con dorsal 433, pero “la séptima etapa del Rally Dakar 2023 ha sido el fin de Scuderia Ramilo por una avería de motor”.
A rueda de ello, Rodamoto resalta en su comunicado sobre el desenlace y anécdotas de la Scuderia Ramilo en el Dakar 2023, que “ayer la escudería utilizó el tercer comodín cuando fue remolcado por camión de asistencia en pista, porque en las dos horas de asistencia que tuvo ayer noche no daba tiempo a cambiar el motor, esto es debido a que estaban en etapa maratón, dos en una y solo se disponía de dos horas de asistencia en total”. (Pinche aquí para ver el vídeo del buggy de la Scuderia Ramilo remolcado por el camión de Alberto Herrero, pilotado por Óscar y el Italiano Rikly).
El propio piloto Ricardo Ramilo reconoce al respecto que “remolcado, es imposible hacer las dunas más difíciles. Nos fuimos por carretera hasta el último control de paso, lo picamos cuando pasaron todos los equipos que tenían asistencia compartida con nosotros en dicho camión. Si alguno de ellos hubiese tenido problemas, el camión hubiese tenido que entrar en el recorrido para ayudarles y dejarnos a nosotros en espera. La estrategia ideada ayer era ir hoy remolcados a Rijad porque mañana lunes era la etapa de descanso. Con ello los mecánicos de la escudería hubiesen tenido el tiempo suficiente para cambiar el motor y poder seguir compitiendo.
Un piloto con la larga experiencia de Ricardo Ramilo incide en que “hice todo lo que pude para poder continuar en carrera. Era mi última esperanza, aunque intuía que haciendo esto quedaba legalmente fuera de carrera. Lo fácil hubiese sido retirarme, pero en lugar de ello, preferimos continuar a pesar de todos los contratiempos que vivimos en la carrera. Al menos intenté mantener intacta esa actitud de lucha hasta el último minuto. Me gustaría estar en la llegada el 15 de enero en Dammam, pero deportivamente acataré el reglamento, como he hecho en mis 40 años de carrera deportiva, en la que nunca fui sancionado y en la que recibí el diploma al mérito motociclista, de lo cual me siento orgulloso”.
La Scuderia Ramilo concluye su comunicado reiterando que “lamentablemente, el fin del Dakar para la Scuderia Ramilo ha sido una avería de motor, que nos deja sin opciones de continuar. Ricardo da las gracias a todo el equipo que conforma la escudería, pasando desde el copiloto David Megre, el mecánico Anxo Abuelo, Pedro Caixeiro, Mario Ferreira hasta Roger Nacimiento chofer, su asistente personal y su amigo”.
El propio Ricardo Ramilo destaca que “la escudería ha trabajado muy duro en jornadas interminables con la ilusión de llevar el buggy hasta la meta. También estoy muy agradecido a todos los medios de comunicación y a todas las personas que nos han dedicado su atención a lo largo de la carrera, así como a David Castera por confiar en mí y permitirme volver a competir en el Dakar, quizás la carrera más importante del mundo”.