El sector independiente puede afrontar con optimismo el futuro, según las conclusiones del ‘Libro Blanco de la Posventa del Automóvil en España 2017’, elaborado por el After Market Club (AMC), que fue presentado el pasado 19 de julio, en IFEMA (Madrid), durante la jornada “Contribución presente de la posventa y su evolución futura”, organizada por la Comisión de Recambios de SERNAUTO. El estudio concluye que la facturación del sector de posventa irá creciendo en los próximos siete años, hasta alcanzar los niveles previos a la crisis económica.
El estudio, presentado al alimón por los responsables del AMC José Armenteros y José Luis Gata, comenzó cuestionándose el dato que apuntan algunas consultoras de que en España hay 429 vehículos por taller, frente a los 1.160 de Alemania o los 820 de Francia. Tampoco dan mucha credibilidad a la cifra comúnmente aceptada de que en España hay 44.000 talleres, muy posiblemente extraída de los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), quien en 2015 registraba un total de 69.140 empresas dedicadas a la venta y posventa de vehículos. Retirando las empresas dedicadas exclusivamente a la venta quedarían 44.291 empresas encargadas de la reparación y el mantenimiento de todo tipo de vehículos. Pero desde el AMC destacan que, siempre según el INE, el 37% de ellas no tiene ningún empleado y el 41% entre uno y dos empleados. Ello supondría que casi el 80% de los talleres estarían haciendo solo el 30% de las reparaciones. Para José Luis Gata, no cuadran los datos: “Un taller, con un solo mecánico, a cuatro entradas diarias y dos horas de media por coche, son aproximadamente un millar de vehículos al año. Si yo tuviera solo 429 clientes, no podría vivir, tendría que cerrar”, afirmó.
Para calcular el volumen del negocio de posventa, Armenteros y Gata se centraron en la Encuesta de Presupuestos Familiares que, en 2015, establecía en 694 euros el gasto medio por hogar y año en mantenimiento y reparación del automóvil. Dado que el número de vehículos por hogar era de 1,38, estaríamos hablando de unos 500 euros de gastos de media por vehículo y año, por lo que el mercado rondaría los 13.000 millones de euros anuales. Y aunque el número de vehículos en los hogares ha bajado de 1,47 a 1,38, el 75% de estos sigue teniendo coche y el porcentaje de hogares que disponen de al menos un vehículo apenas ha variado desde 2009.
Un dato importante es que, como subrayó José Armenteros, “el deseo de tener coche sigue constante”. España ha pasado de un parque de nueve millones de vehículos en 1986 a los 25 millones de automóviles de 2015. Visto de otro modo: un crecimiento de ocho millones de habitantes se ha traducido en un incremento del parque de 16 millones de vehículos. “No está habiendo un rechazo al automóvil: cuando no se tiene coche, es porque no se puede. El porcentaje de los que pudiendo tener coche no lo tienen, permanece estable. El coche sigue siendo un bien deseable”, señaló Armenteros.
Tendencias disruptivas y nuevos paradigmas de la posventa
El Libro Blanco refleja también que la posventa puede afrontar con optimismo los retos que plantean las tendencias disruptivas y los nuevos paradigmas de los que tanto se hablan en los foros sectoriales. Por ejemplo, respecto a la electrificación del parque, se apuntó que, en la actualidad, solo el 5% de las matriculaciones son eléctricas y que las previsiones indican que este porcentaje será del 35% en 2030. “A este ritmo, algunos no veremos la electrificación del parque”, bromeó Gata, quien apuntó otro dato demoledor: “Incluso si todas las nuevas matriculaciones fueran eléctricas, en España tardaríamos 20 años en electrificar el parque”. AMC prevé que solo entonces habrá una caída del 20% en determinados recambios —aceite, correas, filtros, sistemas de escape…—, pero que los vehículos seguirán teniendo neumáticos, frenos, amortiguadores, lo cual es una buena noticia para el canal de servicios de neumáticos, como especialistas en el denominado Triángulo de la Seguridad.
Tampoco el vehículo compartido afectará a la venta de recambios, ya que se traducirá en un mayor número de kilómetros y eso son más entradas al taller, además de contribuir a renovar el parque de vehículos de más de doce años. “El coche compartido incrementará un 40% la demanda de servicios de mecánica y mantenimiento”, apuntó Gata.
Respecto al coche autónomo, representará el 20% del parque en 2030 y producirá un 70% de averías que, no obstante, serán un 40% de media más caras. Además, al convivir durante un tiempo considerable con vehículos no autónomos, seguirán interviniendo en siniestros. Por el contrario, los vehículos con sistemas ADAS 3 —que serán el 80% de las matriculaciones en 2030— provocarán un 19% menos de accidentes, lo que representa una caída en la siniestralidad del 23% y provocará una caída del 20% en la facturación de piezas de carrocería.
Finalmente, en relación a los cambios normativos que tendrán también un impacto sobre la posventa se habló de que los planes de incentivos, las restricciones a la circulación de vehículos más contaminantes y las ITVs con emisiones reales acelerarán la renovación del parque. “Un 40% de los vehículos de más de 15 años puede desaparecer. En cualquier caso, no se puede cambiar de la noche a la mañana el impacto del parque”, señaló Armenteros.