La Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos a Motor, Reparación y Recambios (GANVAM) considera que reducir la contaminación y proteger el medio ambiente pasa, principalmente, por atajar la antigüedad del parque, que se mueve en los 12 años de media, y no por añadir más presión fiscal al automóvil. La patronal recuerda que el sector del automóvil contribuye a las arcas públicas con más de 26.000 millones de euros anuales a través de los impuestos que soporta.
GANVAM quiere de esta manera salir al paso de las informaciones que apuntan a una posible subida de impuestos al diésel en el marco de la reforma de los tributos medioambientales dentro de la negociación de la financiación autonómica con las comunidades.
Desde la asociación defienden que esta reforma fiscal debe ir encaminada a desincentivar a los vehículos más antiguos que son realmente los que más perjudican el medio ambiente en lugar de ser hostil con la renovación del parque. Además considera que se está lanzando un mensaje equivocado al ciudadano al ir contra el diésel. Para GANVAM es injusto que se “demonice” esta motorización y recuerdan que en el caso de los nuevos diésel Euro 6, cumple los objetivos medioambientales.
“Con medidas de este tipo, se condiciona la demanda —que a cierre de 2017 se distribuía en un 48% de matriculaciones diésel y un 46% gasolina— y se tira por tierra todo el esfuerzo en tecnología realizado por el sector para poder reducir al mínimo el potencial contaminante de esta motorización”, señalan.
La patronal aboga por trasladar la presión fiscal del automóvil “de la compra al uso”, eliminando, por un lado, el Impuesto de Matriculación, y, por otro, reorientando el Impuesto de Circulación para que se base en la emisiones en lugar de en la cilindrada y la potencia.
Finalmente, la asociación sigue apostando por incentivar el achatarramiento de los coches más antiguos, a través de programas de estímulo que favorezcan el cambio hacia vehículos más modernos y eficientes, “pero siendo tecnológicamente neutros para no crear un efecto psicológico negativo en el comprador”. En este sentido, la asociación recuerda que el Plan PIVE, en sus ocho ediciones, permitió retirar de la circulación más de 1,1 millones de vehículos de más de diez años, que emiten hasta un 98% más de partículas y un 10% más de CO2.