El Real Automóvil Club de España-RACE acaba de emitir un comunicado en el que “considera totalmente injusta la propuesta que ha lanzado el Gobierno en el borrador de la Ley de Presupuestos para 2021, donde pretende aumentar el tipo estatal general del gasóleo de 30,7 céntimos por litro a 34,5 céntimos por litro, un incremento 0,038 €/litro que supone de media 2,5 euros más por depósito”.
El RACE añade, al respecto, que “para un vehículo con un depósito medio de 50 litros, y sobre los cálculos del Ministerio de Hacienda de 41,5 kilómetros diarios recorridos, los automovilistas con un coche diésel aportarán al Estado vía este gravamen casi 300 millones de euros al año. Además, en ese mismo borrador, el Gobierno propone un aumento en el impuesto de la prima de seguros del 6% al 8%, lo que supone un incremento de media anual de 8 euros, que también tendrán que asumir los propietarios de un coche diésel. En este sentido, este aumento impositivo supondrá un ingreso para el Estado de, aproximadamente, 270 millones de euros al año (calculado sobre la base de 34 millones de vehículos en España)”.
Así, el RACE considera que “la aplicación de estas subidas de impuestos bajo el pretexto de querer minimizar la huella de contaminación, sobre todo en aquellos vehículos que más influyen en la misma (los coches diésel de más de 15 años, por ejemplo) es estéril, ya que, en una situación de crisis financiera como la actual, lo único que se conseguirá es asfixiar más a los propietarios con las nuevas cargas impositivas”.
El RACE afirma que “siempre antepone la salud a la movilidad, pero matiza que el del automóvil es un sector que ha mejorado radicalmente su apuesta por el medio ambiente, tanto por parte de los fabricantes como por la industria auxiliar. La modernización del parque es esencial para mejorar los niveles de seguridad y de contaminación.De hecho, los coches bajo la normativa Euro 6 contaminan 30 veces menos que vehículos con una antigüedad de 20 años. Por eso, el Club de Automovilistas exige medidas reales e inmediatas para que los usuarios tengan la posibilidad de cambiar su vehículo y así, contribuir a una movilidad más sostenible en las ciudades y carreteras de nuestro país. Además, en una situación de crisis sanitaria como la actual provocada por el COVID-19, el vehículo privado es la opción más segura para la movilidad personal”.
A juicio del RACE, “es injusto que el Ejecutivo cargue con cada vez más impuestos a los propietarios de un vehículo diésel y, en el caso del seguro, a todos los propietarios de un vehículo (ya sean particulares, trabajadores autónomos o empresas). Finalmente, cabe recordar que, según un estudio de la Federación Internacional del Automovilismo (FIA), en el que participó el RACE, los conductores europeos aportan al Estado, aproximadamente, el 70% de los ingresos generados por impuestos y tasas derivadas del transporte por carretera. Mientras, los gobiernos reinvierten en beneficio de este colectivo poco más de la mitad de lo que recaudan”.