El presidente de SERNAUTO, Francisco J. Riberas, ha destacado la fortaleza y la resiliencia de la industria española de componentes. Lo hizo durante su intervención en el “Encuentro sobre la Industria de la Automoción”, que tuvo lugar ayer, en el EY Mobility Center de Madrid.
“Me esperaba un año mejor, no que fuese un año de recuperación”, dijo el presidente de SERNAUTO en su valoración del ejercicio 2022. En opinión de Riberas, los resultados del año generan muchas incertidumbres de cara a 2023, sobre el que planea la sombra de la recesión. “Las mayor parte de las empresas de componentes lo están pasando muy mal, pero están logrando sobrevivir incluso con niveles de producción muy bajos”, añadió haciendo referencia al descenso en la producción de vehículos.
Pese a ello, Francisco J. Riberas destacó la fortaleza del sector: “La industria de componentes tiene una reputación a nivel global muy alta. Y no sólo en costes; también en calidad. A pesar de todo, es un sector que ha seguido invirtiendo en I+D+i, lo que nos permite ser muy competitivos”, señaló.
Riberas enumeró los importantes retos a los que se enfrenta la industria de componentes, especialmente en lo que se refiere a la electrificación del parque y a la digitalización. Sobre este punto subrayó que la transformación en la que está inmersa la industria del automóvil está exigiendo a las empresas destinar muchos recursos e importantes inversiones que están obligadas a acometer. Y lo tienen que hacer en un escenario complicado, marcado por la caída de la producción de vehículos, la crisis de los semiconductores y el alza de los costes energéticos y del precios de las materias primas. “Es un proceso en el que va a haber ganadores y perdedores”, advirtió.
Una transición ordenada hacia la descarbonización
En su intervención, el presidente de SERNAUTO volvió a reclamar una transición ordenada hacia la descarbonización. “El objetivo europeo de descarbonización es muy ambicioso. Hasta el momento, se le ha puesto deberes a la industria; ahora toca que las Administraciones y los consumidores hagan también su parte para poder afrontar la renovación de un parque muy viejo y que contamina mucho”.
También en relación a la transición hacia un modelo de movilidad eléctrico, Riberas subrayó que requerirá de muchas inversiones y de innovaciones técnicas para hacerlo posible. Además, afirmó que aún existen muchas incertidumbres para su implantación en los plazos que marca Europa: “Faltan baterías y componentes para fabricar baterías, además de que la red de recarga no está todavía lo suficientemente desarrollada”.