Bosch acaba de lanzar la sexta generación de sensores por ultrasonidos para los sistemas de ayuda al aparcamiento. Estos sistemas utilizan sensores de ultrasonidos (USS) que detectan con gran precisión las distancias a los obstáculos y controlan el espacio a la hora de aparcar y maniobrar. Cada sensor envía impulsos cortos en una frecuencia ultrasónica variable, entre el rango de 43 kHz y 60 kHz, que son reflejados por los obstáculos. La información medida por los sensores es evaluada por una unidad de control central, que se encarga de gestionar el sistema.
La sexta generación de este tipo de sensores, los denominados USS 6, incorporan una serie de mejoras para proporcionar la máxima seguridad al aparcar y maniobrar un vehículo. Así, los nuevos sensores de Bosch son capaces de detectar la presencia de objetos entre 3 y 6 cm., siendo su rango mínimo de detección de 15 cm. y el máximo de hasta 5,5 m.
Otras ventajas de los nuevos sensores USS 6 son su reducido peso, que alcanza únicamente los 14 gramos, así como su fácil instalación. Además permiten cubrir diferentes marcas en el mercado.
Los nuevos sensores USS 6 reaccionan rápidamente ante la aparición repentina de cualquier obstáculo cuando se está maniobrando, como, por ejemplo, un peatón, dando el aviso a la unidad de control que podría, incluso y dependiendo del sistema de aparcamiento equipado, iniciar una frenada automática de emergencia para evitar el posible atropello.
Con esta sexta generación, los sistemas de aparcamiento pueden maniobrar en plazas de aparcamiento muy pequeñas (tamaño del vehículo + 60 cm.) y son capaces de detectar objetos poco reflectantes, incluso en situaciones de visibilidad reducida como, por ejemplo, la presencia de suciedad o hielo.